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El valor de la adopción, una historia de amor

Por: Rosy Fuentes de Ordaz

Presidenta del Sistema DIF Sinaloa


Edición 5 | En el País | Junio 2021

 

Foto Principal Familia DIF

“Cuando conocí por primera vez a quien hoy es mi hija, sentía una explosión de emociones aún sin saber si ella me elegiría como su madre”, fueron las palabras de Carmen, quien en el 2019 tuvo la oportunidad de adoptar a Tania, de 12 años de edad.  

Al contarnos su historia y el proceso para la adopción, su cara mostraba felicidad y amor ya que su deseo de ser madre venía de años atrás, pero de manera biológica no existía la posibilidad de lograrlo.   

Reunidos los integrantes del Consejo de Adopciones de DIF Sinaloa, nos percatamos que Carmen y Tania habían hecho una conexión especial y, que juntas, hacían el mejor equipo como madre e hija a pesar de lo difícil que puede ser el proceso de adaptación, al cambiar la vida de ambas, de un momento a otro.  

Carmen asumió el reto de ser madre soltera, de buscar la oportunidad de ser mamá sin importar la edad, condición o género del menor. Sin imaginarlo, la Procuraduría de Protección a Niños, Niñas y Adolescentes le presentó a Tania, una adolescente que soñaba con tener una familia en donde le dieran cuidados, amor, seguridad y protección.  

Con gran ilusión Carmen recibió en casa a su hija, empezó hacer cambios en su rutina diaria, a organizar la que sería la habitación de Tania, y también a socializar el tema con sus familiares. Desde septiembre del 2019 comenzó el proceso para iniciar una nueva vida.  

Por su parte, Tania, con una gran ilusión, esperaba ese gran momento para dar comienzo a una nueva etapa al lado de quien ahora llama su familia. Pero también agradece la oportunidad que le dieron en Casa Cuna y el albergue para adolescentes lugares que considera un hogar, así como a sus compañeros, psicólogos y maestros a quienes estima como parte de su familia.  

“Hoy tengo a alguien que está pendiente de mí todo el tiempo, que me protege y me da amor incondicional”, compartió la joven.   

A dos años de estar juntas, aseguran que viven una de las mejores experiencias y, ninguna de las dos se ha rendido, ya que ambas han enfrentado con responsabilidad este cambio en sus vidas; han existido diferencias y miedos al ser juzgadas por la sociedad, pero han entendido que al final, es el amor lo que las mantiene unidas.  

Hoy Carmen y Tania se disfrutan plenamente al igual que a su rutina diaria, realizan actividades del hogar, visitan a sus familiares, salen de paseo y comparten sus experiencias cotidianas. Sin duda sus testimonios nos motivan a seguir fortaleciendo nuestros programas para el beneficio de nuestros niños, niñas y adolescentes.

Reintegración familiar 

En Sistema DIF Sinaloa el compromiso con cada uno de los menores de edad que llegan a Casa Cuna y al albergue para adolescentes es el de reintegrarlos con su propia familia; en caso de no existir esta posibilidad se da inicio a un proceso de adopción.  

En Sinaloa, existe una buena cultura de adopción. Actualmente tenemos una lista de espera donde cada vez son más las y los interesados en iniciar un trámite adoptivo, sin importar si son un matrimonio, concubinato o bien mujeres y hombres solteros. 

En DIF, este proceso les da oportunidad de adoptar a las personas que lo deseen siempre y cuando cumplan con los procesos y condiciones legales.  

Para determinar si la persona o pareja es apta para adoptar, se les brinda el curso denominado “Construyendo familias con la voluntad de amar”, este consiste en ocho sesiones en las que se les capacita sobre la experiencia de ser madres y padres, se les orienta sobre cómo cerrar círculos en las familias donde no pudo llegar el hijo o hija biológica, y se les prepara emocional y socialmente para ser padres adoptivos.  

Se cuenta con el Consejo Técnico de Adopción, ante el cual se presentan los candidatos aptos para adoptar y los infantes que pueden ser afín a estas familias, sin embargo, quien toma la última palabra son los infantes, ellos deciden si desean integrarse o no, decisión que es respetada. 

Una vez realizada la adopción, la ley establece que se debe dar un seguimiento obligatorio por tres años a cada una de las familias, para conocer el rol de convivencia y que se les brinden los cuidados que necesitan.  

El Sistema DIF Sinaloa vela siempre por el bienestar de las niñas, niños y adolescentes que se encuentran en situación de vulnerabilidad, nuestra prioridad es garantizar su protección al estar dentro de una familia. 

 

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