¿Qué es el Envejecimiento Saludable?

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Envejecimiento Saludable es el proceso de fomentar y mantener la capacidad funcional que permite el bienestar en la vejez.

Envejecer de manera saludable no significa envejecer sin enfermedades, sino ser capaz de hacer, durante el máximo tiempo posible, las cosas a las que damos valor.

El envejecimiento saludable es considerado como un proceso amplio, integral y dinámico que permite el bienestar a través del mantenimiento de la capacidad funcional de las personas, la cual debe ser mantenida a lo largo del curso de la vida; se relaciona con su capacidad intrínseca y con entorno, el medio ambiente y el bienestar general de la población envejecida.

La capacidad funcional comprende los atributos relacionados con la salud; es aquella que permite a una persona ser y hacer lo que es importante para ella. Se compone de la capacidad intrínseca de la persona, las características del entorno que afectan a ésta y sus interacciones.

La capacidad intrínseca es la combinación de todas las capacidades físicas y mentales con las que cuenta una persona.

Mientras que el entorno abarca todos los factores del mundo exterior que forman el contexto de vida de una persona. Incluye —desde el nivel micro hasta el nivel macro— el hogar, la comunidad y la sociedad en general. En él se encuentra una serie de factores que abarcan el entorno construido, las personas y sus relaciones, las actitudes y los valores, las políticas de salud y sociales, los sistemas que las sustentan y los servicios que prestan.

En tanto que el término bienestar considera en el sentido más amplio y abarca cuestiones como la felicidad, la satisfacción y la plena realización.

Así, para lograr un Envejecimiento Saludable se requiere:

  • Considerar las variaciones en la salud, genéticas, los entornos físicos y sociales (vivienda y comunidad).
  • Las características personales (género, etnia o el nivel socioeconómico).
  • Mantener hábitos saludables: dieta equilibrada, realizar una actividad física periódica, abstenerse de fumar ya que ello contribuye a reducir el riesgo de padecer enfermedades no transmisibles y a mejorar las facultades físicas y mentales.
  • Retrasar la dependencia y revertir la fragilidad.
  • Favorecer entornos, lo que tiene que ver con los espacios habitacionales, transporte públicos seguros y accesibles, y lugares por los que sea fácil caminar, entre otros.