Vivir en familia, porque es su derecho

Por: Sandra Chávez Ruelas
Presidenta Honorífica del Sistema DIF Tlaxcala

Edición 5 | En el País | Junio 2021

El ingreso a un centro de asistencia de una niña, niño o adolescente debe ser la última medida que las autoridades tienen que adoptar, pues su aplicación restringe un derecho fundamental: vivir en familia. Actualmente, Tlaxcala reporta el porcentaje más bajo de institucionalización en toda su historia, pero aún queda camino por recorrer.

Hasta hace unos años, nuestro estado carecía de una legislación sobre adopciones, lo que dilataba los procesos administrativos y judiciales para restituir a niñas, niños y adolescentes su derecho a vivir en familia. Gracias a que en septiembre de 2018 se aprobó nuestra iniciativa para crear la primera Ley de Adopciones para Tlaxcala, ha sido posible que, hasta el día de hoy, decenas de niñas, niños y adolescentes se hayan podido integrar a una familia mediante esta figura.

A escasos años de existencia, nuestro Comité Técnico de Adopciones ha celebrado 48 sesiones ordinarias y 29 extraordinarias, con el objetivo de dar efectividad al derecho de prioridad de las niñas, niños y adolescentes.

En dichas sesiones, han tenido lugar procesos de adopción nacional, no sólo con familias tlaxcaltecas, sino con otras provenientes de Tamaulipas, Ciudad de México, Puebla, Estado de México, Jalisco y Nuevo León. Esto ha sido posible gracias a la estrecha colaboración con el DIF Nacional, con todas las procuradurías estatales y también a la valiosa coordinación con la Procuraduría Federal de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes.

Por primera vez en la historia de nuestra entidad, se concretaron las primeras adopciones internacionales: niñas, niños y adolescentes tlaxcaltecas ahora se encuentran en sus nuevos hogares en países como Suiza, Austria y Estados Unidos, con familias certificadas por las autoridades centrales de dichas naciones y validadas por el DIF Nacional.

Nuestra tasa de éxito en materia de adopciones es de 100%, pues gracias a la entrega de todo un equipo de trabajo conformado por el área legal, psicológica y social, toda niña, niño o adolescente asignado a una familia adoptiva, ha tenido una transición adecuada de la vida en una institución de cuidado, a una en familia. En todos los casos, existe un proceso de seguimiento post-adoptivo, que permite constatar que la adopción ha atendido al interés superior de la niñez.

Hoy, los juicios de pérdida de patria potestad se tramitan con gran celeridad, porque en nuestra Ley de Adopciones, incluimos un juicio diseñado especialmente para aquellas niñas, niños y adolescentes que carecen de un medio de cuidado familiar.

Hemos hecho todo lo necesario para que el Centro de Asistencia Social del DIF en la entidad sea un lugar agradable, limpio, seguro y cálido; con atención médica y psicológica, rehabilitación física, alimentación nutritiva, ropa y calzado; educación, talleres, actividades deportivas, recreación, convivencias, paseos... Sin embargo, nunca podrá compararse al calor de un hogar.

Ha sido muy importante el trabajo conjunto entre el Poder Judicial del Estado y el SEDIF, para acelerar los procesos judiciales, a fin de evitar que las niñas, niños y adolescentes permanezcan en una casa hogar por periodos excesivos. Realizamos de manera conjunta reuniones de trabajo, talleres, capacitaciones y diversas actividades académicas, para generar un diálogo y unir voluntades a favor de la niñez.

La pandemia por el coronavirus no únicamente nos alejó y modificó nuestros hábitos de vida, sino que además puso a prueba nuestra inteligencia, fortaleza y capacidad para seguir brindando los servicios que requiere la gente que vive en situación de vulnerabilidad. Y, desafortunadamente, también se llevó a la brillante licenciada Febe Mata Espriella, nuestra Procuradora de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes. Descanse en paz.

Han sido pérdidas irreparables, pero la vida sigue al igual que nuestro compromiso con las causas más nobles. Estoy plenamente segura de que si nos mantenemos unidos, con el trabajo, voluntad y perseverancia de todas las personas que hoy tenemos la oportunidad de servir desde los sistemas DIF, podremos seguir construyendo y creciendo juntos.