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Construcción de una conciencia alimentaria

Por: Mtra. Stephanie Gomiciaga de Loera

Responsable de Orientación Alimentaria/SEDIF Puebla


Edición 2 | En el País | Agosto 2020

Foto Aguascalientes 1 mayo 2020Mucho es lo que se escucha alrededor del tema de la alimentación: que si debemos comer sanamente, que si una correcta alimentación previene diversas enfermedades, que el sistema gubernamental debe asegurar el derecho a la alimentación de su población, etcétera.

Pero, realmente ¿Comemos de manera saludable?, ¿Somos conscientes de lo que comemos?, como gobierno ¿Estamos contribuyendo a que la población tenga una alimentación sana? 

El término alimentación no puede verse nada más como el acto de ingerir un alimento (el cual puede ser nutritivo o no), sino que alimentarse conlleva actos sociales y psicológicos, es decir, en nuestra alimentación influye el estado de ánimo, si estamos acompañados o si hay una reunión, por lo que este tipo de factores claramente determinan la manera de comer y los alimentos que elegimos, lo que se refleja en nuestros hábitos alimentarios. 

Ahora bien, ¿Está siendo correcta nuestra selección y consumo de alimentos? Si la repuesta fuera afirmativa, problemas como el sobrepeso y la obesidad, así como la presencia de enfermedades crónicas como la diabetes e hipertensión no estarían al alza. Entonces, ¿En dónde radica el error? 

Los mensajes que conllevan una alimentación correcta, como el de “comer verduras y frutas diariamente”, “tomar agua y evitar bebidas azucaradas”, “disminuir el consumo de grasas, azúcares y sal”, por mencionar algunos, han sido de amplia difusión; sin embargo, no nos hemos hecho lo suficientemente conscientes de que, si tuviéramos hábitos de alimentación adecuados, no tendríamos problemas de salud, porque ¿Cuántos de nosotros realmente tomamos conciencia día a día de lo que comemos? 

Por lo anterior, el Sistema DIF Puebla tiene como una de sus acciones principales la de incidir de manera significativa en la alimentación, mediante acciones de prevención, promoción y atención, no solo con la entrega de apoyos alimentarios entre la población de mayor vulnerabilidad, sino también de enseñar a comer, bajo la premisa de que: si hoy me alimento de manera adecuada, podré prevenir diversas enfermedades y gozar de una buena salud. 

Incidir en el contexto alimentario de una persona, de su familia y de su comunidad es fundamental para crear una conciencia común de la correcta alimentación, no solo en la enfermedad sino también para prevenirla, de tal manera que podamos ayudar al que no tiene y orientar al otro, con base a los recursos de que dispone. 

La orientación alimentaria siempre tendrá como objetivo crear conciencia de una alimentación, correcta para la conservación de la salud, considerando que el camino implica el conocimiento de hábitos, costumbres, ideas diferentes, y que ponernos en los zapatos de las y los demás y en la “boca” del otro, podrá dar lugar a la construcción de una conciencia alimentaria. 

 

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