Programa Ruta Azul garantiza la accesibilidad de las personas con discapacidad
Por: Rosy Fuentes de Ordaz
Presidenta del Sistema DIF Sinaloa
Edición 4 | En el País | Febrero 2021
En Sinaloa, el derecho a un servicio de transporte incluyente, seguro y funcional es un elemento clave para la generación de mejores condiciones de salud pública y bienestar social, especialmente en aquellos sectores de la población con mayor grado de vulnerabilidad.
Como parte de la gran renovación en la flotas de unidades del transporte público urbano que ha impulsado el gobierno estatal, decidimos contribuir con estos esfuerzos por garantizar la accesibilidad total.
Gracias al apoyo del DIF Nacional, por medio del Fondo para la Accesibilidad en el Transporte Público para Personas con Discapacidad (FOTRADIS), hemos desarrollado una estrategia para proteger los derechos de las personas con discapacidad y contribuir a su desarrollo integral e inclusión plena, a través de la construcción y adecuación de espacios, equipamiento, así como para la adquisición de unidades de transporte.
En el contexto de la emergencia sanitaria provocada por el COVID-19, logramos fortalecer los apoyos y servicios relacionados a la rehabilitación de personas con discapacidad. Ya que sabemos lo grave que han sido los efectos de esta pandemia, no solo en la salud, sino en la economía de miles de hogares. Es por ello que, siendo solidarios con las personas que han perdido sus empleos y por efecto han tenido una reducción en su ingreso, dimos un impulso al programa de Transporte Especial para Personas con Discapacidad "Ruta Azul".
Este programa nace de reconocer las dificultades que conlleva el poder mover, de un lugar a otro, a una persona con discapacidad, en especial cuando la movilidad es casi nula.
Sabemos que diariamente cientos de sinaloenses de muy escasos recursos, tienen la necesidad de acudir a terapias y consultas médicas en nuestros diferentes centros de atención: el Centro de Rehabilitación y Educación Especial Culiacán; el Centro Regional de Rehabilitación Integral Mazatlán; el Centro Regional de Rehabilitación Integral Los Mochis; el Centro de Autismo (CAS), el Centro Integral de Discapacidad Visual (CIDIS), y por supuesto en las Unidades Básicas de Rehabilitación de los 18 municipios.
Mediante esta estrategia hemos evitado interrupciones en los procesos de terapia en aquellas personas en condición de vulnerabilidad, ya sea porque no poseen auto propio o familiar, así como el suficiente ingreso para pagar los recurrentes traslados.
A la fecha, ya se cuenta con 31 unidades de transporte operando en el estado, todas ellas equipadas adecuadamente para el traslado seguro y cómodo de personas con diferentes tipos de discapacidad.
Los vehículos que realizan estos servicios especiales están adaptados con rampas de ascenso y descenso, poseen espacios para sillas de ruedas con sus respectivos anclajes de seguridad, para evitar accidentes.
Diariamente se beneficia a 230 personas y, con cada viaje, una familia se ahorra hasta 150 pesos.
Brindar este servicio representa un gran esfuerzo económico, ya que son vehículos muy costosos, que requieren un mantenimiento constante para su máxima eficiencia y seguridad, por lo que se mantiene una permanente capacitación de los choferes y se busca la sensibilización de los usuarios para su cuidado.
Con estas acciones, el DIF Sinaloa reafirma que la prioridad es apoyar a las personas con limitaciones de movilidad y que requieren recibir atención terapéutica para mejorar su calidad de vida.
Por eso es que estamos impulsando una política transversal de inclusión, en la que participa el gobierno, los empresarios, las universidades, la sociedad civil, la niñez, los jóvenes, las mujeres y las familias.
