Sembrar buenos hábitos, clave para la integración familiar
Por: Sistema DIF Tlaxcala
Edición 1 | En el País | Junio 2020
Los sistemas DIF en México (estatales, municipales y el DIF nacional) promueven la integración familiar mediante programas asistenciales en áreas como procuraduría, salud y alimentación, así como prevención del embarazo adolescente, trabajo infantil y violencia, entre otros. Pero ¿cómo lograr que las familias se integren para fortalecer a la sociedad como institución?
Dado que la familia es la célula de la sociedad, ha sido prioridad para el gobernador de Tlaxcala, Marco Mena, enfocar gran parte del trabajo hacia las familias más vulnerables; una política pública que contribuye a formar una sociedad más equitativa e igualitaria, al disminuir la pobreza extrema y elevar la calidad de vida.
Entre la población vulnerable la falta de buenos hábitos no le permite estar saludable y dispuesta a trabajar para superarse. Como hábitos de higiene, ejercicio, nutrición, buen trato, prevención, limpieza, orden y organización.
En ocasiones no es suficiente entregar un beneficio a familias donde hay violencia, desnutrición, abuso o adicciones, por lo que la presidenta del SEDIF, Sandra Chávez Ruelas, instruyó que además del trabajo social para el acopio de datos, los equipos DIF conocieran a las familias para ayudarles de mejor manera, pues no todas tienen las mismas necesidades.
En una pequeña comunidad alrededor de una escuela CONAFE, a las afueras del pueblo Los Pilares, municipio de Huamantla, en una escuela de tan sólo tres aulas, asisten niñas y niños cuyas carencias les impiden asistir a la primaria del pueblo.
Se ofreció apoyo a las madres de familia que se comprometieran a asistir por ocho semanas a un taller en la escuela, de 3 a 5 de la tarde, sin faltar a ninguna sesión; y presentarse tanto ellas como sus hijas e hijos, aseados, con las uñas cortas y cabello peinado, reuniéndose un grupo de 58 jefas de familia y una persona adulta mayor.
Se trataba de crearles conciencia sobre su responsabilidad como seres humanos y ciudadanos integrantes de una familia, mediante dinámicas de nutrición, psicología, violencia, salud, escuela para padres, salud reproductiva e importancia de los buenos hábitos, entre otros.
Al finalizar el taller, recibieron con mucho gusto el apoyo, pero la mayoría manifestó estar sorprendida por los cambios que estaban haciendo en su vida diaria gracias a lo aprendido, como el hecho de que el respeto se enseña con el ejemplo. Y podía notarse en su aspecto, en sus miradas y auténticas sonrisas.
Como un agricultor prepara su tierra antes de sembrar, es indispensable conocer a las personas a las que se sirve; entrar a sus casas, a sus vidas y darles el acompañamiento que quizá nunca han tenido. Es un poco más de trabajo, pero vale el esfuerzo para sembrar los buenos hábitos que precisa una verdadera integración familiar.
