Promueve Puebla bienestar integral de niñas y niños

Por: Denisse Ortiz Pérez

Titular de la Unidad de Asistencia Social y Salud

Edición 3 | En el País | Octubre 2020

“Todas las personas mayores fueron al principio niños, aunque pocas de ellas lo recuerdan” (Antoine de Saint-Exupéry).

Como en la dedicatoria de la novela El Principito se enuncia, pocas somos las personas que recordamos nuestra infancia, pero aún menos quienes recuerdan los cuidados de sus madres o padres en la niñez. O alguna vez se han preguntado ¿qué sería de nosotros si no hubiéramos tenido el amor y el cuidado de nuestras madres y padres en los primeros años de vida?

Puebla en 2015, de acuerdo con la Encuesta Intercensal contaba con 2.2 millones de niñas, niños y adolescentes, es decir, uno de cada 3 residentes en la entidad era menor de 18 años. Y según datos del Censo 2010, en Puebla había 817 mil 790 niños y niñas de menos de un año a 6 años (Primera Infancia). Además, según datos de la UNICEF cerca de 70% de estos niños viven en pobreza. Lo anterior nos ayudará a reconocer que no todas las familias parten del mismo lugar.

Son diferentes los factores que determinarán que una persona adulta desarrolle todas sus capacidades, pero sin duda, gozar de una Primera Infancia plena es uno de ellos. Así pues, es indispensable pensar que todo lo que hagamos o no por los niños se quedará marcado en su corazón y no se borrará nunca. Como bien lo dijo el psiquiatra estadounidense Karl Menninger “El trato que se le da a los niños es el que ellos luego darán a la sociedad”.

Según la Estrategia Nacional de Atención a la Primera Infancia (ENAPI), la Primera Infancia es el periodo de vida que empieza con el nacimiento y se extiende hasta antes de los seis años, momento en que las niñas y los niños en México finalizan el primer ciclo de enseñanza y transitan hacia la educación primaria. Esta estrategia propone armonizar los esfuerzos institucionales y las acciones de diversos sectores sociales para que se pueda proporcionar a la niñez de México desde su nacimiento acceso efectivo a los servicios de salud, educación, protección, bienestar y seguridad.

Para ello, con la finalidad de concientizar a la sociedad de su importancia, y siguiendo las cinco áreas clave de desarrollo de la Primera Infancia que marca la ENAPI, (buena salud, nutrición adecuada, oportunidades para el aprendizaje temprano, protección, seguridad y atención) el gobernador de Puebla Miguel Barbosa Huerta, elaboró dentro de los instrumentos derivados del Plan Estatal de Desarrollo, el Programa Especial de Niñas, Niños y Adolescentes.

Dicho programa pretende garantizar los derechos fundamentales de este sector de la población a través de 4 ejes: fortalecer la atención universal de los servicios de salud y alimentación, promover el derecho a la educación, fomentar el desarrollo de entornos seguros y saludables y promover acciones estratégicas que refuercen el bienestar integral de niñas y niños.

Estas son algunas de las acciones llevadas a cabo bajo el liderazgo de la Presidenta Honoraria del Patronato del SEDIF Puebla, Rosario Orozco Caballero, en beneficio de la Primera Infancia. Mismas que ratifican el compromiso de dar alternativas de solución a los problemas de niñas y niños desde sus primeros días de vida:

• El listado de espera de las adopciones se actualizó para garantizar el derecho a la adopción de niñas y niños que se encuentran bajo tutela del Sistema DIF.
• Se amplió el presupuesto destinado a la adquisición de aparatos ortopédicos, ayudas funcionales y de sillas de ruedas infantiles adaptadas específicamente para niñas y niños con discapacidad.
• Elaboramos el reglamento de acceso a los voluntariados que ingresan a las casas de asistencia SEDIF, para garantizar la seguridad de las y los albergados.
• Se otorgaron un total de 37 mil 142 apoyos alimentarios destinados a familias en condiciones de vulnerabilidad alimentaria que impactan en la buena nutrición de Primera Infancia.

Si no actuamos en favor de la Primera Infancia, el costo que pagaremos será muy alto, no solo para el bienestar de las niñas y los niños, sino también para la sociedad. Las buenas noticias son que con una intervención adecuada en el momento adecuado se puede reforzar el desarrollo, y disminuir la posibilidad de entrar al círculo vicioso de la desigualdad, brindando a cada niña o niño un piso parejo al comenzar la vida.

“Siempre hay un momento en la infancia cuando la puerta se abre y deja entrar al futuro”. (Henry Graham Green).