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invitada

Edición 4 | Columna Invitada | Octubre 2021

 

Melina 

Dra. Melina Longoni

Directora médica del Centro de Rehabilitación Redel; Tigre,
Buenos Aires, Argentina


Integración familiar  

Luego de una enfermedad, accidente o condición incapacitante, la rehabilitación se presenta como ese faro guía para desarrollar la máxima funcionalidad de quien la vive, dentro de las posibilidades que cada individuo tenga.

Debemos pensar que la rehabilitación no se limita a la persona que padece una condición de discapacidad, sino también a su entorno familiar, laboral y social.

Entendemos que, cuando un evento de estas características sucede, el seno familiar se ve convulsionado y tiene que reestructurarse en roles, actividades e incluso actitudes de por parte de sus integrantes.

Las y los familiares de la persona que padece alguna discapacidad, resienten una importante carga emocional que viven desde el momento de su hospitalización, en caso de una discapacidad adquirida o a partir del nacimiento, cuando se trata de una patología de origen congénito, situación que exteriorizan por medio de una gran ansiedad e inquietud respecto a su supervivencia y de los acontecimientos que ocurrirán a lo largo de su vida.

Ante ello, en muchos casos, las y los integrantes de la familia se dedican, casi exclusivamente, a atender a la persona con discapacidad, “descuidando” tareas domésticas, atención a otros hijos, cónyuge u otros integrantes, así como la actividad laboral y social. En muchos casos, deben mudarse de su ciudad de origen para acompañar a la persona que requerirá de terapias de rehabilitación. Esta demanda afectiva les conduce a tratar de permanecer todo el tiempo junto a ella, en una actitud de sobreprotección que se torna “agobiante” para todas y todos los involucrados.

La incertidumbre acerca de las posibles secuelas y el desconocimiento de cómo manejarse ante esta nueva situación, les conducen a plantearse interrogantes sobre el futuro de la persona con discapacidad y la manera en que deberá reorganizarse la familia para asistirla y acompañarla en todas sus actividades, lo que incluye: vigilancia, cuidados y ayudas para todas las necesidades de higiene, comidas, salidas, desplazamientos, etcétera.

Por ello, las y los integrantes de la familia desempeñan una labor fundamental en el proceso de rehabilitación, readaptación y reinserción social de la persona con discapacidad.

De esta manera, cuando planteamos objetivos de rehabilitación, éstos no solo se dirigen a mejorar la autonomía de la persona, sino también a lograr su reinserción en la sociedad y la forma en que se desarrollará dentro del seno familiar.

La inclusión social es el objetivo final de este camino, abogando por el derecho fundamental que tiene la persona de lograr una participación plena y efectiva en la sociedad.

La familia juega un papel fundamental en esa participación porque quienes forman parte de ella comprenden las condiciones y habilidades que posee la persona con discapacidad y comprenden su funcionamiento y la manera en que puede participar en la sociedad.

La rehabilitación requiere de un gran trabajo en equipo, no solo de las y los terapeutas que están involucrados en la atención al paciente, sino también y, fundamentalmente, de la persona y su familia.

Solo con el compromiso de todas y todos los involucrados se logra que una persona con discapacidad tenga una buena calidad de vida.


* Médica especialista en Medicina Física y Rehabilitación
   Especialista en Medicina Hiperbárica
   Directora de Discapacidad de la Municipalidad de Ituzaingó,
   Secretaría de Salud, Buenos Aires, Argentina.
   Miembro de:
   CLAGIR (Comité Latinoamericano de Gestión de Investigación en Rehabilitación
   Enlace Latinoamericano del Comité de las Américas de A.S.I.A. (American Spinal Injury Association)
   Del Advisory Board de la Organización Sustain Our Abilities

 

María del Rocío
García Pérez

Titular del SNDIF

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